De acuerdo con O. Martínez (2006) las maquiladoras surgieron en México como parte de un proyecto alternativo de industrialización para las ciudades de la frontera con Estados Unidos en 1965, cuya función era proveer de empleo a cientos de trabajadores debido al eventual fin del Programa Bracero, que se tenía convenido con Estados Unidos, aunque su existencia legal se concretó a través del Programa de Industrialización Fronteriza en 1966. 

Las primeras maquiladoras se establecieron bajo el sistema de zona libre y franjas fronterizas con Estados Unidos en las ciudades de Tijuana, Ciudad Juárez, Matamoros, Mexicali y Nogales, centros urbanos donde regían programas de desarrollo industrial fronterizo y se gozaba de un régimen arancelario y fiscal especial, lo que conformó la frontera histórica de las maquiladoras en México.

Según lo que plantea Quintero (1990) hablar de la industria de la maquila implica pensar en una dinámica laboral nueva, la característica principal de este fenómeno es que los elementos de  producción, capital y trabajo no están insertos en el mismo contexto espacial.

En el contexto de la pandemia por Covid-19 observamos un incremento en la dificultad para conseguir trabajo sobre todo para personas que padecen comorbilidades como obesidad, diabetes e hipertensión.

Se han observado políticas nulas en cuanto al trabajo de cuidados, una gran mayoría de mujeres experimentan dificultad para organizar los horarios laborales y el cuidado de las y los hijos.

En la mayoría de las empresas maquiladoras el servicio de transporte está incluido, sin embargo, la condición para contratarlas es que las trabajadoras viven alrededor de cuatro cuadras cercanas a la ruta preestablecida por la que circula  el transporte de la empresa. Esto ha dejado excluidas a varias trabajadoras.

Casos de acoso sexual en el ámbito laboral y hostigamiento laboral.

La mayoría de las mujeres no están afiliadas a sindicatos.

No hay condiciones satisfactorias de trabajo, se siguen dando situaciones de malos tratos dentro de las empresas, presión para que se saque la producción, sin permisos para ir al baño, sin material adecuado para realizar el trabajo.

El tipo de trabajo que realizan afecta y deteriora gravemente su salud, incluso existen casos de accidentes laborales en los que las mujeres han perdido extremidades.

Las trabajadoras de la maquila están sometidas a desvalorización por el tipo de trabajo que hacen, así como a una alta presión por los resultados de producción.